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talayuela golf

Anécdotas

Adaptarse al ritmo de juego de los demás

Cuentan que la lentitud de cuatro jugadores había hecho retrasar la partida hasta incluso ocho horas.
Al acabarse ésta algunos golfistas se dirigieron sin contemplaciones a los cuatro lentos para tener unas palabras con ellos.
El director del campo, al comprobar que la cosa podía pasar a mayores, se puso en medio y les dijo: «¿pero dónde váis, es que no os habéis dado cuenta de que son ciegos?».
Ante tan duro comentario, la reacción de tres de los cuatro que iban con cara de pocos amigos, fue inmediata, uno dijo que les pagaría el green fee, otro la tarjeta, otro los refrescos, pero nada dijo el cuarto.
El director, viendo que éste no daba marcha atrás, volvió a preguntarle: «¿Y usted, no va a ofrecerles nada más?», «¡y un jamón!, ¡si de verdad son ciegos que jueguen por la noche!», contestó el acérrimo golfista ante el asombro del resto.

Chistes de golf

Chistes de golf

Curioseando por la web se encuentra uno de todo. Y la verdad es que hay bastantes chistes sobre el golf.
Os indico una página donde hay algunos:la web de golf.

Animo a quien lo desee a que , en comentarios, añada su chiste o nos indique alguna otra página con chistes o anécdotas de golf.
Comienzo con este, encontrado en la red:

"Dos mujeres estaban jugando golf…de pronto vieron con horror como la pelota se dirigía directamente hacia unos hombres que jugaban en el siguiente hoyo. La pelota golpeó a uno de los hombres, quien de inmediato juntó ambas manos en su entrepierna y cayó al suelo rodando y gimiendo lastimosamente. Las mujeres corrieron hasta donde estaba el hombre. Una de ellas, sintiéndose culpable, dijo:

- “Por favor, déjeme ayudarlo… soy quiropráctica y se como quitarle el dolor si usted me lo permite…..”

- “Ouch, auuuu, noooo !!!. Estaré bien.. el dolor se me pasará en unos
minutos”, contesto el hombre, mientras permanecía en posición fetal, tirado en el césped y con las manos en su entrepierna.

Ella insistió tanto que finalmente el le permitió ayudarlo. Entonces la mujer gentilmente le separa las manos y lo tumba boca arriba, le desabrocha la bragueta, pone sus manos dentro y comienza a masajear suavemente toda la zona genital.

- “¿Se siente bien?” pregunta al rato la dama.

- “¡Me siento es-pec-ta-cu-lar!” contesta el hombre, “pero la mano me sigue doliendo…”