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talayuela golf

El handicap 24

Visitando otras web de golf (El Periodigolf ) uno se encuentra de todo. Incluso escritos que suscribiría de la a a la z.
Por ejemplo este que os transcribo. ¿o no...?
Y queda claro que también es válido para el tramo 21-24. Podemos preguntar su opinión a nuestro estimado David Marrero...

Hándicap 24 opihcpok.gif

Tener hándicap 24 es una posición difícil en la vida (iba a escribir que es jodido, una palabra más exacta, pero me enseñaron a no decir palabrotas y menos a escribirlas). Un hándicap 24, a pesar de llevar ya muchas horas, cientos de horas de juego, de clases, de Campo de prácticas, convive con el rabazo de manera cotidiana.

Un hándicap 24 aunque sabe que no hay que levantarse en el momento de dar el Golpe, se levanta y mira y la caga; aunque sabe que no por darle más fuerte llega más lejos, se crece en su juego y quiere romper la bola y ésta sale rastrera hacia el ruff.
En fin, un hándicap 24 tiene el nivel suficiente para saber que su juego es un desastre, salpicado de golpes geniales, que casi nunca tienen testigos.

Un hándicap 24 guarda en su despacho la bola con la que logró un Eagle y aquella con la que embocó un putt de quince metros. Contempla ¿con odio quizás? al hándicap 15 que empezó con él a jugar hace años pero que no ha dejado de hacerlo nunca, que no ha tenido hijos, ni hernias discales, ni la tentación de la casa de fin de semana a cien kilómetros a la que ir para sacarle provecho y encender unas horas la chimenea, ni una santa que no lo fue tanto como para aficionarse con él y que la salida al campo de golf no fuera motivo de negociación permanente.

Incluso, se rumorea ha tenido un año sabático que se pasó obsesivamente en el campo de prácticas. Si no, ¿cómo ha sido posible su progresión?
No, el hándicap 15, de manera natural, ha sorteado todos esos peligros y algunos más y se ha plantado en su juego eficaz, canallescamente eficaz, con sus torneos, sus copitas de alpaca en casa y su bolsa de zapatos de regalo llena de logotipos.

Al hándicap 24 tampoco le consuelan los que tienen uno superior. Después de todo, están empezando, dan más rabazos y menos golpes presentables, pero llevan sólo unos meses o unos años, han empezado tarde, ya se sabe, y todavía nadie les exige nada.
Se mueven en un submundo lleno de hándicaps 28, 30 y 32, y entre ellos son felices.
En ellos todavía no es evidente la malísima inversión que es aficionarse al golf.

En tierra de nadie, el handicap 24 busca su lugar en el campo, en el mundo...

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